sábado, 9 de marzo de 2013

GALGOS AHORCADOS Y TOROS, LA ESPAÑA MALDITA.



                                                                      
El entorno real donde el autor se inspiraba ante las carreras de Norton y Mia. Esta misma imagen sirvió de inspiración para una de las secuencias mas emotivas del filme. Se muestra la lluvia, los entornos naturales limpios y puros, como son las almas de los dos niños protagonistas, Alberto y Paúl. (Pinchando en la imagen podrás acceder a la novela)
                                                                        



   Cristina Herreros se bebió la novela en una semana y justo cuando pasó la ultima página de las copias que el autor hizo en gusanillo, llamó a Carlos, quería revisar ese primer guión, aunque también le llamó para decirle que el proyecto le encantaba pero que veía dificil conseguir financiación, sobre todo del Ministerio de Cultura, nadie financiaria una pelicula que entraba de lleno en esa España profunda que avergonzaba a los socios europeos.
  - Toros no salen -respondería Carlos.
  - Ya lo se hombre, era una frase..., pero el problema es el mismo, la caza en España mueve mucho dinero.
  - Cristina..., la novela no se casa con nadie, va por en medio..., y me ha dicho el autor que a los galgueros les gusta, por lo menos a uno de Zamora, siempre tiene a ese galguero en la boca.
  - Uf, chungo...., no me imagino a ningun galguero leyendo semejante tocho..., bueno, igual si...., bueno, pasame ese guión y lo miro..., ¿el autor lo ha leido...?.
    - No.
  - Pues tendremos problemas, esa gente se empeña en que filmemos todo el libro..., y el cine no es literatura.
    - En este caso no es así, tiene claro que una novela es una cosa y que un guion es otra muy diferente...., pero la verdad es que si que tiene ciertas manias con algunas escenas.
   - Ves, ya lo sabia.
   - Me dijo una vez que queria la fotografia mas hermosa para los galgos, decía que si alguna vez se rodaba esa pelicula quería que los espectadores saliesen de la sala sabiendose de memoria todos y cada uno de los huesos de esos perros flacos...., y la verdad es que casi se les pueden contar los huesos.  
   - Bueno, si es esa sola  -bromeó la directora.
  - Hay más -terminaria admitiendo el guionista riendo bajo y cabeceando- el autor es un poco raro.
    - No hay novelistas normales.  
    
      



















 
    

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